Werner Aisslinger siempre mira hacia delante. Como diseñador visionario, sus obras se exponen en el MoMA, el Victoria & Albert Museum, la Neue Sammlung y el Vitra Design Museum. Ahora ha creado un nuevo diseño de tienda para Silhouette.
Compromiso con la innovación
Aisslinger vive y trabaja en Berlín, donde crea productos para Vitra, Thonet, Porro y Kaldewei. Tras estudiar en la Universidad de las Artes de Berlín y trabajar en las oficinas de Jasper Morrison, Ron Arad y Michele De Lucchi, fundó el Studio Aisslinger en Berlín en 1993. Hoy se dedica al diseño de interiores. Su nuevo diseño de tienda para Silhouette se caracteriza por una mezcla de alta tecnología, material ultraligero y estilo inteligente.
Nos sentamos con Aisslinger para hablar de materias primas renovables, el poder de la belleza y la necesidad de construcciones ligeras.
¿Hacia dónde cree que se dirige ahora el diseño?
Cualquier debate sobre el futuro del diseño debe incluir las nuevas técnicas de producción y los nuevos materiales. De lo contrario, solo estás copiando cosas que ya se han hecho, y cambiando sus proporciones aquí y allá. Nos damos cuenta de que las cosas no pueden seguir así y tienen que cambiar. Por eso vemos ahora este increíble desarrollo, tanto en los materiales como en el uso de la energía.
¿Adónde nos lleva todo esto?
La sostenibilidad es la clave. Significa replantearse fundamentalmente la forma en que desarrollamos y fabricamos productos o construimos edificios. ¿De dónde procede la madera? ¿O la lana? ¿Cuánto hormigón se utiliza en una casa? No podemos construir casas de madera en el futuro, porque entonces tendríamos que talar todos los bosques. Ser más conscientes de nuestro impacto ambiental nos hace actuar de forma más responsable. Tenemos que trabajar más con los recursos disponibles a nivel local. Y tenemos que utilizar estos recursos de forma mucho más consciente que en el pasado.
¿Qué significa esto para el diseño de productos? ¿Se está pasando de la forma al oficio? ¿A lo que se esconde entre bastidores?
Creo que el diseño seguirá siendo muy diverso en el futuro. Pero encontraremos nuevas formas de mejorar las cosas. Quizá los nuevos productos se estructuren de forma más selectiva y menos decadente en cuanto a la forma de utilizar los materiales.
Así pues, la ligereza y la construcción ligera desempeñarán un papel importante. En otras palabras, cómo reducir el diseño a su verdadera esencia.
Buena observación. Cuanto más delicada y mínima sea la producción, menos material se necesita. Esto va a ser claramente un requisito previo en el futuro. Ligereza sobre una nueva estética.
Ya es posible fabricar plásticos a partir de restos de comida o fibras vegetales, por ejemplo. ¿Qué otros nuevos materiales espera ver?
Vivimos en una época fascinante. Espero que se desarrollen muchos materiales nuevos e interesantes en respuesta a la crisis climática. Si echamos la vista atrás en la historia del diseño, veremos que los mayores avances se han producido en épocas de agitación social e industrial. Eso es exactamente lo que estamos viviendo hoy.
Una idea interesante es el proyecto "Granja de sillas" que ha desarrollado. En este proyecto, las plantas crecen a lo largo de un marco, de modo que poco a poco adoptan la forma de un mueble para sentarse. ¿A dónde conduce la simbiosis de naturaleza y diseño?
Este primer proyecto trataba de cómo sustituir la producción industrial por estructuras de crecimiento natural; sillas y mesas cultivadas, en este caso. Es bastante emocionante pensar en recortarlo todo radicalmente a base de plantas. Lo que antes se producía en fábricas podría cultivarse en invernaderos en el futuro. De repente hay granjas para sillas. ¿Quién sabe? Siempre habrá más procesos de transformación, con la desaparición de algunas industrias y la aparición de otras.
Con todo el debate sobre la sostenibilidad, ¿sigue desempeñando la belleza un papel importante?
Creo que debemos prolongar la vida útil de todos los productos que creamos. Cada proceso de producción genera una cierta cantidad de emisiones y consume recursos. Siempre es más inteligente utilizar productos durante años o incluso décadas en lugar de comprar constantemente cosas nuevas. Esto nos lleva de nuevo a la cuestión del buen diseño. Si la gente crea un vínculo emocional con un producto, querrá vivir con él mucho tiempo. No se apresurarán a tirarlo. Así pues, la pregunta es: ¿Cómo se crea un diseño sólido y clásico que resista el paso del tiempo? Esa es la misión de todo diseñador. Diseñar cosas que la gente adore y quiera utilizar durante mucho tiempo.
El sistema de tienda de Studio Aisslinger para Silhouette utiliza módulos fabricados con plástico reciclado y tableros de fibra de madera certificada FSC. Por cada árbol utilizado se planta uno nuevo. ¿Por qué no descubrirlos
hoy?